En el año 2009 la empresa Pacific Rim presentó una demanda ante la Corte Internacional (CIADI) al Estado Salvadoreño, alegando que el Estado Salvadoreño le había negado un permiso de explotación, habiendo cumplido los requisitos de ley necesarios para eso.
Frente a esa acción que se realiza en el 2009 con un monto de demanda de 77 millones de dólares, la empresa amplía esa demanda el año recién pasado, en abril de 2013, para llevarla a un monto de 301 millones de dólares.
Pacific Rim es una empresa canadiense y por lo tanto no podía acogerse ni al convenio del CIADI, ni mucho menos al CAFTA, por lo tanto para este arbitraje utilizó una subsidiaria fantasma, de fachada, porque solo existe en papel, es una empresa que solo tiene un solo empleado, no tiene un local, no tiene línea de teléfono, una cuenta bancaria, solamente existe en papel que se llama Pac Rim Cayman, es la empresa que aparece como demandante en este arbitraje, pero la que estaba detrás de ella es la empresa canadiense Pacific Rim, y ahora quien está de Pacific Rim es una empresa minera australiana-canadiense que se llama Oceana Gold que compró Pacific Rim el año pasado.
Pacific Rim argumenta que con el solo hecho de haber tenido una licencia de exploración y haber descubiertos yacimientos minerales en esa zona de la licencia, ellos ya tienen derecho a obtener una concesión y que es obligación del Estado otorgárselos.
Pacific Rim dice que de todas formas ya había cumplido con todos los requisitos bajo la Ley de Minería para obtener la concesión, con la única excepción del permiso ambiental que Pacific Rim aduce que el Ministerio de Medio Ambiente no se lo otorgó, no basado en consideraciones técnicas, sino que en consideraciones políticas arbitrarias.