Dagoberto Gutiérrez analizó la realidad nacional. Por supuesto, el gobierno de Mauricio Funes es un tema que no puede dejarse afuera de tan profundo análisis
Miembros y miembras de la Mesa Permanente por la Justicia Laboral, personal de FESPAD, entre otros, se hicieron presentes y escucharon absortos cada palabra que Dagoberto había preparado para está ocasión.
Al inicio del evento, el conocido análista político explicó sobre cómo los hombres y mujeres vemos la realidad a través de la ideología. Dijo que ésta es algo insustituible y que nunca tenemos una relación directa con la realidad.
De esta forma, manifestó que en El Salvador los procesos políticos suelen verse a través de las ideologías y que sus interpretaciones corresponden a esa estructura que cada quien adopta como suya.
Al hacer un breve repaso por la historia reciente de nuestro país, Dagoberto aseguró que “hemos sido un laboratorio completo del neoliberalismo y que en ninguna parte del mundo se ha aplicado como aquí”.
Con ironía, Dagoberto se muestra sorprendido cómo en los últimos años este pueblo ha sobrevivido a la pobreza y represión que es impuesta por la oligarquía. Asegura, que luego de 20 años de gobiernos de ARENA, en El Salvador se vive una época especial, de crisis y de grandes desafíos.
Asegura que este gobierno no corresponde a un gobierno de izquierdas, pero que Mauricio Funes debe mantener esa visión para gozar del prestigio mundial, pero advierte a los movimientos sociales que mantener una posición dependiente es ilusorio y fatal para las clases obreras y populares y que se acerca el momento de tomar decisiones cruciales para todos.
Señala que el mundo ha dado un giro sorprendente y que Estados Unidos en este momento no posee la misma posición dominante que hace años, que la balanza se ha inclinado a favor de Brasil, Rusia, India y China y, que por parte de América Latina, hoy con los gobiernos de Bolivia, Ecuador, Brasil, Argentina y Venezuela ya se dibuja un escenario que no es favorable al imperio.
Finalmente, sentencia que el futuro de los salvadoreños está en construir su propio destino y no dejárselo en manos a partidos políticos ni a personajes que puedan resultar oscuros para los intereses del pueblo.