El pasado, miércoles 3 de junio, de dio a conocer el proyecto, “Empleo, arte y cultura de paz para mujeres jóvenes privadas de libertad”, el cual tiene por objetivo generar una nueva forma de reinserción de las mujeres en tres diferentes centros penales de El Salvador: el Centro de Reinserción Social de Ilopango, Centro Penal de Quezaltepeque, y Apanteos en Santa Ana.
El lanzamiento contó con la presentación de la obra, “Madres tras las rejas”, una obra que relata todo el sufrimiento que viven las mujeres dentro de los centros penales, sobre todo aquellas reclusas que son madres y no pueden estar cerca de sus hijos.
El proyecto denominado, “Empleo, arte y cultura de paz para mujeres jóvenes privadas de libertad”, cual se desarrolla con el financiamiento de Unión Europea, que ha otorgado un monto de $450,400 dólares. Asimismo, se tiene el apoyo de la Dirección General de Centros Penales.
Dicho proyecto es coordinado por la Fundación de Estudios para la Aplicación del Derecho (FESPAD), con el asocio de Asociación de Tiempos Nuevos (TNT), y la Fundación Paz y Solidaridad de Euskadi.
A través del proyecto se beneficiarán a 180 mujeres que guardan prisión en tres centros penales de El Salvador, así lo explicaron representantes de la Unión Europea.
Entre lágrimas recibieron los aplausos de la gente
Durante la presentación de la obra, “Madre tras las rejas”, presentada por las reclusas del centro penal de Santa Ana, mejor conocido como Apanteos, las lágrimas no se pudieron detener en los rostros de los asistentes, entre ellos, otras reclusas, quienes al verse reflejadas en la historia de una madre que se equivocó en sus decisiones, obligándola a abandonar a sus hijos, por los delitos cometidos, y ahora cumple una condena en un centro penal
El montaje de la obra se desarrolló durante un mes, en donde las reclusas que forman parte del grupo teatrero Maquilishuat, realizaron sus propios vestidos, maquillaje, y escenografía.
Con este proyecto se persigue mejorar la seguridad y calidad de vida de mujeres jóvenes vinculadas con pandillas en procesos de rehabilitación y reinserción.
Y así, construir un modelo integral de trabajo de mujeres jóvenes privadas de libertad en que la sociedad civil participa junto con las instituciones estatales para la seguridad, dignidad y los derechos fundamentales y apostándole a una verdadera reinserción social.