Comunicado | La libertad de prensa y de expresión a tres años del Gobierno del presidente Nayib Bukele

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31 mayo, 2022

 

La libertad de los medios informativos para establecer libremente sus agendas noticiosas distintas al discurso oficialista ha ido en franco retroceso en estos tres años. Nunca antes como hoy, los medios se habían visto sometidos a fuertes presiones desde casa presidencial para suavizar sus líneas editoriales en favor del gobierno, que usa como medio de chantaje la pauta publicitaria y los ataques difamatorios directos.

En consecuencia, los medios independientes del Gobierno son cada vez más vulnerables, y tienen frente a ellos un futuro incierto, sobre todo, ante la llegada de un periodo preelectoral, tiempos que de por sí son difíciles para el periodismo.   Los periodistas, por su lado, se están llevando la peor parte. Desde que Bukele asumió como presidente de la república en 2019, se han enfrentado a su narrativa de amenaza constante, de ataques directos en redes sociales, estigmatización, seguimientos y vigilancia en sus zonas residenciales.

Los datos registrados por el Centro de Monitoreo de Agresiones a Periodistas muestran una tendencia de crecimiento constante de denuncias hechas ante esa instancia. En 2019 hubo 77 casos, en 2020 125, en 2021 esa cifra subió a 220.   Entre los principales agresores están funcionarios públicos y fuerzas de seguridad: Policía Nacional Civil y el Ejército. Además de la inseguridad en la que los periodistas ya venían trabajando por el fenómeno de las pandillas, se sumó otra inseguridad provocada ahora por el Gobierno de Bukele, por agentes del Estado. Aunque el presidente Bukele y algunos de sus funcionarios afirman que no ha persecución de periodistas, esta Mesa dice que sí, ya que el Centro de Monitoreo de la APES registra cinco casos de periodistas en el exilio tras haber sufrido persecución, amenazas directas o para poder publicar sus investigaciones.  

La democracia en cuidados intensivos Todo esto ocurre en un país en el que la democracia va quedando como un recuerdo, dado el tipo de gobierno autoritario del presidente Bukele, caracterizado por la concentración del poder en su persona. En estas condiciones el periodismo no puede gozar de buena salud, pues se concibe al periodismo como uno de los cuatro pilares de la democracia.  

El autoritarismo choca frontalmente con el papel de control del poder que ejerce el periodismo y de ser la garantía del derecho a la información que tiene la ciudadanía. La prensa libre e independiente es fundamental para ejercer la denuncia de los abusos del poder, de la corrupción, de los caprichos de los gobernantes que se saltan la ley, y es justamente esa práctica la que enoja al presidente y hace que desate su furia contra los periodistas que tratan de hacer bien su trabajo.  

La ciudadanía debe apoyar el periodismo libre e independiente

Ante ello, la ciudadanía debe apoyar a sus periodistas, debe defenderlos y acuerparlos como los últimos reductos que van quedando para poder informarse verazmente, luego que tomaron el control de IAIP y ya no  hay acceso a la información pública. Los ciudadanos deben darse cuenta que los medios gubernamentales son medios propagandísticos y que la prensa independiente es poca.   También debe darse cuenta que sobre la prensa independiente pesa la amenaza de la cárcel establecida en las reformas legales aprobadas en 2021: reformas al Código Penal, a la Ley antipandillas y otras.

San Salvador, 31 de mayo de 2022

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