En El Salvador, los precedentes más inmediatos de la desaparición de personas nos remiten a la etapa del conflicto armado (1970-1992), período en el que se estima que alrededor de 8000 personas fueron desaparecidas forzosamente por agentes del Estado y grupos paramilitares que actuaban bajo su aquiescencia. Luego de finalizado el conflicto, este fenómeno se redujo significativamente hasta desaparecer y no fue hasta inicios de la década del dos mil que resurge como expresión delictiva. Inicialmente es adoptado por las pandillas por su eficacia para generar impunidad frente a sus crímenes. Más tarde, estos grupos descubren su potencial para enmascarar homicidios, por lo que es incorporado a su repertorio criminal en el marco de sus pactos con políticos.
Se espera que este estudio contribuya a sensibilizar a la sociedad salvadoreña sobre la alarmante dimensión del fenómeno y sus diversos impactos y a que el Estado salvadoreño cumpla con sus obligaciones de brindar seguridad a la población; buscar a los desaparecidos e identificar sus restos, investigar y castigar a los perpetradores y reparar integralmente a las víctimas y sus familias.
Un comentario
excelente trabajo en un tema álgido de nación, que muerde principalmente a los mas pobres, pero la espada de justicia, y paz de Dios, se materializara pronto en la justicia y paz de los hombres.