De manera sorpresiva fue capturado el Padre Antonio Rodríguez, miembro de la Congregación de Clérigos Descalzos de la Santísima Cruz y Pasión de Nuestro Señor Jesucristo (Congregación Pasionistas) una persona que, desde su condición ministerial ha trabajado en los procesos de diálogo y pacificación en El Salvador, frente al conflicto histórico y estructural de la criminalidad y la inseguridad ciudadanas, particularmente de cara a los grupos pandilleriles existentes en nuestro país.
Fue capturado el martes 29 de julio por elementos de la Policial Nacional Civil en las cercanías de la Alameda Roosevelt, en la ciudad de San Salvador, aproximadamente a las 9:00 pm. Desde esa hora, fue conducido a la Delegación Central de Investigaciones (DCI) en San Salvador que es donde se encuentra en este momento. En días anteriores a su captura el Padre Antonio manifestó que había sido objeto de persecución por personas que él identifica como miembros del Órgano de Inteligencia del Estado.
La información recabada indica que durante su captura y en las horas subsiguientes el Padre Antonio no recibió la asistencia que legalmente le corresponde a toda persona que se le imputa un delito. Sin embargo, se conoce que la Fiscalía General de la República le acusa de agrupaciones y asociaciones Ilícitas, introducción de ilícitos en un centro penal y tráfico de influencia.
La Fundación para el Estudios para la Aplicación del Derecho (FESPAD) se siente sorprendida por esta captura por tratarse de una persona reconocida públicamente por su compromiso con la justicia, la seguridad y la pacificación del país, ante la escalada de criminalidad e inseguridad de las últimas décadas; sus posturas críticas han generado reacciones de apoyo en amplios sectores sociales, así como el rechazo de aquellos grupos que han recibido sus duras críticas.
Frente a esta lamentable situación, FESPAD demanda a la Fiscalía General de la República (FGR) a que investigue este caso con la mayor profundidad, celeridad y objetividad, garantizando al Padre Antonio Rodríguez, todas las garantías del debido proceso y la presunción de inocencia de la que goza constitucionalmente. Es imperativo que una investigación de esta naturaleza, debe conducir a inevitablemente a la verdad de los hechos que se le incriminan.
Como FESPAD acompañamos al padre Antonio Rodríguez en todo el proceso de investigación que se le sigue, siendo garantes para que se respete íntegramente un debido proceso legal y para que se investigue con rigurosidad, prontitud y seriedad, hasta llegar a la verdad.
San Salvador, El Salvador, 30 de julio de 2014