La pandemia ocasionada por el nuevo coronavirus denominado: COVID-19, se convirtió en una crisis de salud a nivel global, misma que colocó al mundo en un estado de alarma verdaderamente crítico, resistiendo uno de los mayores desafíos enfrentados desde las secuelas de las guerras mundiales. Casi todos los países se encuentran en un proceso de reacción y nuevas medidas para intentar evitar la propagación del virus entre sus habitantes. Por su parte, cada país, desde sus posibilidades, han puesto en marcha sus mejores protocolos sanitarios, mientras que otros han iniciado a presumir interés en solventar la ya existente miseria que caracteriza a su sistema de salud pública, confinamiento, centros de triaje, pruebas de detección, entre otros factores que son solo algunos de los esfuerzos por hacer frente a un fenómeno que lejos de ver la salida, pareciera que es parte de una nueva normalidad.
A continuación se establecerá el grado en el que se tomaron las medidas necesarias, suficientes y oportunas para aminorar el nivel de afectación que la pandemia ha generado en nuestro país y en el de los países vecinos. De igual modo, se determinará, de manera objetiva, cuál ha sido, es y será la funcionalidad los mecanismos y políticas adoptadas por países centroamericanos.
