En los últimos diez años, han sido asesinadas más de 5,000 mujeres en El Salvador. Según la Fiscalía, entre mayo 2021 a junio 2022, se registraron 16,975 hechos de violencia hacia las mujeres, que van desde violencia física, patrimonial, sexual hasta feminicidios. De estos casos, sólo el 7,79 % de los casos han terminado en una condena.
Por otro lado, entre 2019 y junio 2022, más de 1 500 mujeres han sido desaparecidas, hasta la fecha sus familiares desconocen su paradero. Estas y otras vulneraciones a los derechos económicos, sociales, culturales y sexuales son a las que las mujeres nos vemos expuestas.
¿Deberíamos quedarnos calladas?
Las mujeres salvadoreñas hemos tenido y tenemos un rol fundamental en luchas sociales: a favor del medio ambiente, exigiendo transparencia, entre otros derechos, pero también debemos continuar exigiendo igualdad y equidad, así como la prevención y erradicación de todos los tipos de violencia contra nosotras: mujeres, adolescentes y niñas en nuestro país.
Pero no todo depende de nosotras: el Estado salvadoreño debe dar cumplimiento a la normativa nacional e internacional para combatir, prevenir y sancionar todo tipo de violencia hacia las mujeres.
La Fiscalía General de la República debe mejorar los procedimientos de investigación de todas las denuncias por violencia, para que los victimarios sean procesados y lograr pronta y cumplida justicia. El Estado debe protegernos e implementar políticas públicas para nuestro desarrollo integral y nosotras debemos seguir exigiéndolo.
No más violencia contra las mujeres. No más silencio. No más impunidad.
Fundación de Estudios para la Aplicación del Derecho -FESPAD-